Descripción
¿Cómo se preparan los grelos?
En Galicia el grelo se emplea principalmente para elaboraciones tradicionales como el caldo gallego y el plato de lacón con grelos. Aunque también se emplea cocidos simplemente con un refrito de ajo y pimentón o en revueltos.
Es una verdura de sabor muy fuerte y peculiar, pues no hay ninguna de las que habitualmente se ven en los mercados a la que se pueda comparar su sabor.

Para prepararlos antes de cocinarlos pondremos un barreño con agua templada para ir lavando los grelos, después los vamos seleccionando, quitando aquellas hojas que vemos amarillas o secas. Los cortamos y los lavamos en el agua que teníamos preparada, frotándolos con las manos para quitarles parte de su amargor y aspereza. Una vez lavados ya estarían preparados para su uso.
En algunas casas y dependiendo de la variedad del grelo, si son muy amargos, se le da un escaldado previo en agua hirviendo para después escurrirlos y cocerlos en el agua definitiva, ya sea para el caldo gallego, el lacón con grelos u otra preparación.
Cómo escoger los grelos
Si tenéis la suerte de encontrar grelos en vuestro mercado no los dejéis pasar y decidiros a probarlos. La mejor época para comprarlos en febrero y marzo, cuando el grelo está en su punto y lleno de sabor. En ocsiones fuera de Galicia es difícil de encontrar grelos frescos, pero en la actualidad ya son varias las empresas que los comercializan en conserva, no es lo mismo, pero pos puedo decir que yo los he probado y son muy aceptables en sabor y textura.
Al comprarlos debemos de tener en cuenta que sus hojas estén verde, brillantes y sin manchas amarillas. Pueden tener alguna pequeña flor de color mostaza, pero no los compréis si están floridos, serán muy duros y difíciles de cocinar.
Para conservarlos tenerlos en un sitio fresco y sin luz hasta la hora de cocinarlos. Si no los vais a preparar ese día, envolverlos en un papel de periódico o una bolsa de plástico perforada en la nevera, así aguantarán unos dos o tres días.