Descripción
Este cítrico peculiar no tiene pulpa ni, a menudo, semillas. Lo que se aprovecha es su piel o sus aceites esenciales, básicamente en pastelería y coctelería.
Como buen cítrico, la mano de Buda es rica en vitamina C, calcio y fibra. Apenas tiene grasas ni hidratos de carbono ni proteínas ni azúcar y, además de aromatizar dulces y bebidas, destaca por sus cualidades medicinales.
Así, la mano de Buda es digestiva, expectorante y tónica. Compuestos orgánicos aromáticos presentes en esta fruta como la cumarina, la limonina, la diosmina y el bergapteno ayudan a reducir la hinchazón y el dolor. Y gracias a su contenido en vitamina C, actúa como antioxidante.